Cada proyecto es único. No defino un estilo propio, si no una obra propia. En cada uno hay tres pilares fundamentales, lo que nos dice el cliente, sus necesidades, gustos, experiencias, referencias; en segundo lugar el entorno, qué nos rodea, la tradición arquitectónica, la integración en un entorno, la cultura del lugar; y en tercer lugar la sostenibilidad a largo plazo, y posiblemente éste último punto es el más determinante, dado que integra y engloba muchos puntos básicos para una obra de futuro. Construimos para la eternidad, no somos cortoplacistas ni medioplacistas, proyectamos para obras que perduren en el tiempo.